Iván Ciudad-Valls
Investigación y Consultoría en Condiciones de Empleo y Salud Laboral (ICCESAL), Badalona
iccesal@iccesal.com
A Silvia Nogareda:
Abriste el camino de la ergonomía a todos aquellos que comenzábamos a descubrir este mundo convirtiéndote, sin pretenderlo, en nuestra guía y mentora. De tu mano, conocimos la Asociación Catalana de Ergonomía (CatERGO) y a otros grandes profesionales que han inspirado nuestra manera de trabajar y nuestra forma de ser. Siempre tuviste un hueco para ayudarnos en nuestras consultas y plantearnos nuevos puntos de vista y retos. Tu inmensa curiosidad y generosidad me permitió que te enseñara in situ un poco del sector forestal y de la jardinería urbana y, como contraprestación, me abriste un mundo de nuevos campos de investigación que me eran desconocidos, siempre con el objetivo de mejorar la seguridad y la salud de los trabajadores.
Este artículo es el tercero de una colección de artículos dedicados a los Premios Silvia Nogareda, quien hubiese disfrutado con estas publicaciones inspiradas en su trabajo como médica y ergónoma.
España es el segundo país de la Unión Europea, por detrás de Suecia, con mayor superficie forestal, cuenta con 27.809.404 hectáreas de bosque ocupando de manera oficial a una media de 24.500 trabajadores, mayoritariamente hombres (92%).
CONTEXTO
Dentro del marco de dos proyectos Erasmus+ en el que participamos como socios y consultores en materia de seguridad y salud bajo el paraguas de ABA International –European Utility Arborist (EU-ARB) y el Euro Skills Trainer Register (ESTER+)–, ICCESAL está realizando además un proyecto propio de investigación que tiene como finalidad conocer la exposición de los trabajadores forestales a la fatiga laboral y su relación con los trastornos musculoesqueléticos. Hasta este momento hemos analizado y evaluado in situ a decenas de trabajadores forestales ejecutando diferentes tareas y subtareas de países como España, Italia, Inglaterra, Irlanda, Alemania, Austria, Noruega, Lituania, Letonia, Marruecos, Rumanía, Perú, India, Hong Kong o Australia. Para conseguir nuestros objetivos filmamos y monitorizamos a los trabajadores para conocer exactamente cómo evoluciona su frecuencia cardíaca durante los diferentes trabajos y controlamos varias veces durante la jornada su temperatura, tensión arterial e incluso el nivel de oxígeno en sangre entre otros muchos datos que recopilamos de manera individualizada. Se trata de un estudio pionero de alcance internacional realizado con recursos propios.
ALGUNOS DATOS
El sector forestal es una de las industrias más castigadas por la siniestralidad laboral en cualquier país del mundo. La probabilidad de sufrir un accidente de trabajo ha sido históricamente tan elevada que sus profesionales y familiares lo viven con cierta “normalidad” y resignación, siendo casi anecdótico aquel operario forestal que no conozca o haya escuchado de algún accidente sufrido en el sector.
En 1998 la OIT (Organización Internacional del Trabajo) ya advertía que la del sector forestal era una de las actividades profesionales más peligrosas de todas las industrias. Un sector que oficialmente se estima que ocupa a 13,7 millones de personas en el mundo pese que todos sabemos que ocupa a muchos millones más en forma de economía sumergida.
España es el segundo país de la Unión Europea, por detrás de Suecia, con mayor superficie forestal, cuenta con 27.809.404 hectáreas de bosque ocupando de manera oficial a una media de 24.500 trabajadores, mayoritariamente hombres (92%). Los datos de siniestralidad publicados por España nos muestran que en los últimos diez años (2009-2019) se han producido una media de 2.956 accidentes de trabajo durante la jornada laboral y 96 accidentes “in itinere”, es decir, durante el desplazamiento habitual de casa al trabajo y viceversa. Dentro de estos accidentes en jornada laboral, existe una evidente tendencia ascendente de los declarados “in mision” con una media de 15,5% de siniestralidad durante el periodo de estudio.
Gráfico 1. Total de accidentes de trabajo en silvicultura y explotación forestal (2009-2019).
Elaborado por ICCESAL a partir de datos publicados por el Ministerio de Trabajo de España (MEYSS)
También podemos decir que durante este periodo de estudio se han declarado una media de 136 accidentes de trabajo por el uso de motosierras (sierras de cadenas portátiles) y una media de 85 accidentes de trabajo corresponden a caídas a diferente nivel. Resulta muy interesante ver que el 28% de todos los accidentes de trabajo que se declaran en este sector en nuestro país son considerados como “sobreesfuerzos” y estos se localizan principalmente en espalda y piernas, aunque como podemos observar en el gráfico 2, todas las localizaciones en este sector concreto son superiores a la media de la fuerza laboral del país.
Gráfico 2. Índice de incidencia de accidentes de trabajo en jornada laboral por sobreesfuerzos según localización de la lesión en silvicultura y explotación forestal comparados con la media de la fuerza laboral española (2012-2016). Elaborado por ICCESAL a partir de los datos publicados por el Ministerio de Trabajo de España (MEYSS)
Así pues, una de las partes que compone nuestra investigación es identificar y evaluar el riesgo postural en diferentes tareas y subtareas que ejecutan los trabajadores forestales y para ello, hemos utilizado el método OWAS. En este documento solo vamos a tratar algunas pinceladas de una subtarea concreta que hemos trabajado con este método y aportamos una breve síntesis de los resultados obtenidos.
El sector forestal es una de las industrias más castigadas por la siniestralidad laboral en cualquier país del mundo. La probabilidad de sufrir un accidente de trabajo ha sido históricamente tan elevada que sus profesionales y familiares lo viven con cierta “normalidad” y resignación
MÉTODO DE ESTUDIO
Evidenciamos una clara falta de datos e investigaciones sobre las tareas y subtareas que realizan estos trabajadores desde el punto de vista ergonómico. Así pues, en ICCESAL descomponemos la tarea en subtareas que son universales y siempre se realizan de la misma manera independientemente del país. Nos podemos encontrar ligeras diferencias en el terreno o incluso en el grosor de árbol e incluso en la técnica de tala utilizada, pero los movimientos que realiza el operario siempre son los mismos. Los realiza de forma mecánica, casi sin darse cuenta de lo que está haciendo realmente. Nos hemos decantado por el método OWAS, ya que hemos visto que es posible analizar periodos de trabajo relativamente cortos con una alta fiabilidad, ya que dependerá mucho de la cantidad de observaciones realizadas para su análisis.
A grandes rasgos, el método OWAS (Ovako Working Analysis System), es un método observacional en el que se hace una valoración global de las posturas que realiza un trabajador durante el desempeño de una tarea concreta. Hay un total de 252 posibles combinaciones de posturas según la posición de la espalda, los brazos y las piernas del operario, además del peso de la carga que manipula mientras adopta la postura. Todo se realiza mediante una codificación y se asigna una categoría de riesgo en función de cuatro niveles.
Hemos visto que para exposiciones relativamente cortas y para todo tipo de intensidades, como por ejemplo, para una intensidad moderada-alta como puede ser la tala de arbolado, que suele durar tiempos inferiores a 300 segundos, este método es eficaz, ya que podemos obtener hasta 300 observaciones de calidad de una subtarea concreta que nos permite, con una alta fiabilidad, identificar y evaluar el riesgo al que está expuesto el trabajador para ese periodo y subtarea concreta y, posteriormente, extrapolarlo a la tarea e incluso a la actividad o la jornada global en caso necesario. Esta información individualizada junto al resto de datos que obtenemos de los operarios nos permite obtener un rango basal medio que nos aporta información para entender cómo la fatiga se relaciona con los TME.
ALGUNOS RESULTADOS OBTENIDOS CON EL MÉTODO OWAS
Como adelantábamos en la gráfica del índice de incidencia por sobresfuerzos, nuestro trabajo corrobora que en las tareas de tala son también la espalda y las piernas las localizaciones corporales más expuestas y que más sufren. Afirmando que esto es siempre así en la tala, solo hay que añadirle varias decenas de árboles durante una jornada y cientos de ellos durante una semana laboral. Así pues, la fatiga y la sobrecarga parecen evidentes y sus consecuencias también.
Como ejemplo de lo que estamos diciendo, siempre portando una carga inferior a 10 kilos, ya que las motosierras que utilizaban eran inferiores a este peso, para la posición de espalda identificamos una frecuencia de hasta el 59% para espalda doblada con inclinaciones mayores a 20 o , seguida de hasta un 44% de espalda doblada con giro, donde el giro es una inclinación lateral superior a 20°.
Respecto a la posición de piernas, durante la ejecución de la subtarea se obtiene hasta una frecuencia del 59% donde el operario está de pie o en cuclillas con las dos piernas flexionadas y el peso equilibrado entre ambas piernas, considerando que ocurre para ángulos muslo-pantorrilla inferiores o iguales a 150°. Finalmente, además se obtiene hasta una frecuencia del 56% para la posición arrodillado.
Esto es solo una pequeña muestra del trabajo en el que estamos trabajando a parte de otros proyectos que tenemos abiertos, aunque somos conscientes que aun nos queda un largo camino por recorrer y muchos más operarios que evaluar. Nada de esto hubiera sido posible si en nuestras vidas no se hubiera cruzado Silvia Nogareda.