Seminario Exoesqueletos bajo el punto de mira de la ergonomía

19 marzo 2019

La prevención de los trastornos musculoesqueléticos (TME) es una prioridad en muchas organizaciones. Actualmente la incorporación de los exoesqueletos en los puestos de trabajo y/o en algunas tareas ya es una realidad. Para este workshop contamos con la colaboración de uno de los principales distribuidores, ITURRI y hablamos de los exoesqueletos DAF (dispositivo de asistencia física con retención).

El Workshop se organizó en dos partes, una primera en la que Iturri (www.iturri.com) hizo una presentación y nos explicaron características, modelos, cuándo se aconseja el uso de un exoesqueleto, cómo se realiza la introducción del mismo en el puesto y/o tarea de trabajo, cómo se forma y se adapta al trabajador y también se compartieron experiencias.

Y, en la segunda, los participantes pudieron probar y ponerse los tres tipos de exoesqueletos que se disponía: el de extremidad superior (ESQUELEX), el de espalda (LAEVO) y el de bipe-sedestación (NOONEE).

Algunas de las conclusiones que se comentaron fueron:

1. Que los exoesqueletos son una medida individual e intervienen principalmente en dos factores generadores de TME, fuerza y postura y se debe valorar su incorporación sin obviar la intervención en la organización del trabajo, el rediseño de la tarea o puesto de trabajo y el análisis e intervención en el riesgo psicosocial que son, siguiendo los principios de la prevención, medidas colectivas.

2. La importancia de hacer, para la introducción de los exoesqueletos, un buen análisis de riesgo, de la necesidad real en el puesto y/o la tarea (definir bien el para qué, cuándo y en qué condiciones se va a utilizar), el tiempo de exposición y el acompañamiento al profesional en la introducción del mismo en el puesto y/o tarea (formación, adaptación del exoesqueleto, talla, etc.), del seguimiento de la integración y la valoración de nuevos riesgos.

3. Considerar que surgen, debido a su novedad, dudas referentes a posibles “efectos secundarios” o “efectos no deseados” (como se refiere a ello el INRS) que pudiera implicar su uso como alteración en la musculatura, posible repercusión en otra parte del cuerpo al modificar parte de la biomecánica del mismo e incluso si el hecho de llevar toda la jornada uno de ellos podría condicionar la postura o gesto fuera de ella en el día a día, en este caso, todavía estaba en estudio.

Se recibieron muchos feedbacks positivos especialmente por el hecho de haber podido probar el exoesqueleto. El hecho de ponérselo, moverse con él, entender los mecanismos, el peso, la colocación, facilita la posterior visualización de propuesta o desestimación para puestos y/o tareas de trabajo. Los exoesqueletos son una opción más a contemplar y requieren para su integración de un estudio específico para cada caso.