Diseño ergonómico de herramientas manuales

Yolanda Gallego Fernández

Jefa Departamento Desarrollo de Proyectos en PRL de MC MUTUAL
Vicepresidenta de CatERGO

19/3/2021

En el diseño ergonómico de los puestos de trabajo, merece una mención especial el apartado correspondiente a las herramientas manuales.

Gran parte de los trastornos musculoesqeléticos (TME) que se producen en nuestro país afectan a las extremidades superiores en forma de síndrome del túnel carpiano, epicondilitis, tenosinovitis de De Quervain, etc. Y en algunos de ellos, las características y el uso que se realiza de las herramientas manuales juegan un papel importante.

Sin embargo, es poco la información sobre ergonomía que se maneja en las empresas para asegurar la correcta selección o diseño de este tipo de herramientas. Las normas y recomendaciones en ergonomía se han centrado principalmente en la configuración y dimensionamiento de las “estaciones” de trabajo: mesa, asiento, alcances, etc.; aspectos sobre los cuales, en mayor o menor medida, las empresas tienen más capacidad de intervención.

Sin embargo, se da por hecho que la selección de las herramientas corresponde únicamente a una finalidad operativa: para qué va a servir y cual proporciona mejor rendimiento técnico.

Aunque muchas veces estemos limitados por la disponibilidad en el mercado de determinadas herramientas manuales, hay criterios ergonómicos que hemos de tener en cuenta para escoger la más adecuada, no solo por operativa, sino para garantizar una correcta adaptación a los trabajadores que minimice el riesgo de contraer TME.

Algunos de los factores importantes a considerar son:

• Peso de la herramienta: Condicionado por su tipo de agarre (una o dos manos, tipo grip u otros…) y el tipo de tarea (de precisión o fuerza).

• Dimensiones del mango o empuñadura: Longitud y grosor que permitan adaptarse a la distinta antropometría de los trabajadores, adecuados al tipo de tarea (de precisión o fuerza) y al plano de trabajo (horizontal, inclinado o vertical). Material o revestimiento que permita un agarre cómodo y seguro.

• Uso bimanual: No solo para que pueden emplearlas trabajadores diestros o zurdos por igual; sino para permitir en ciertos casos, cuando la tarea lo permite, la alternancia de brazo para evitar la sobrecarga de la mano dominante.

• Vibraciones o fuerzas de reacción, evitando que se transmitan a la estructura mano-brazo.

• Ruido, temperatura, emisión de partículas, etc., como otras cuestionas adicionales a considerar para asegurar unas correctas condiciones de trabajo.

Para facilitar a las empresas la selección de las herramientas manuales bajo criterios ergonómicos, a continuación os facilitamos dos manuales donde podréis encontrar recomendaciones y valores de referencia.

¡Esperamos que os sean de utilidad!